la química detrás de las luces de neón
Las luces de neón consisten en un tubo de vidrio sellado que contiene una pequeña cantidad de gas de neón. Cuando el tubo se conecta a una fuente de alimentación de alto voltaje, la lámpara se enciende y los átomos de neón empezarán a moverse. Algunos de esos átomos perderán electrones para convertirse en iones cargados positivamente (cationes) y tenderán a moverse hacia la terminal eléctrica negativa. En cambio, los electrones libres tienen carga negativa, por lo que se precipitan en la dirección opuesta del tubo, es decir, hacia la terminal eléctrica positiva.
fuente de consulta:
zchimmer & schwarz
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